Fachada

jueves, 19 de diciembre de 2013

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y LA ADOLESCENCIA.

            Es época de regalos y los adolescentes tienen muy clara su elección. Smartphone, portátil, vídeo-consolas, vídeojuegos, tablets...que ya tienen o pretenden modernizar, suelen estar en los primeros puestos de sus peticiones. Son las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), que para nosotros, los padres, son "nuevas", pero para ellos forman parte importante de su vida cotidiana, con gran impacto en su forma de relacionarse, de conocer el mundo,de divertirse. Es una realidad que se ha instalado con rapidez y que parece, no tiene vuelta atrás. 
           Aquí conectamos con la preocupación de muchos padres que podemos dudar del beneficio que les aportan todas estas tecnologías, valorando únicamente los peligros. Mucho más cuando en diferentes medios de comunicación escuchamos como nuevas "patologías" términos como "adicción a internet", a  los "moviles", a los "video-juegos", etc.
            Por una parte, hay datos que avalan las consecuencias positivas que estas tecnologías tienen para el desarrollo y maduración de los niños y adolescentes. Hay estudios que vinculan el uso de videojuegos a una mayor capacidad espacial y visual porque estimulan la percepción visual, la planificación y el desarrollo de estrategias. También se ha encontrado una relación positiva entre el uso del ordenador en casa y el rendimiento escolar, siendo mayor el número de repetidores entre quienes no tiene ordenador en casa. Parece indudable la ventaja que tiene Internet para buscar información sobre temas y tareas escolares, la biblioteca está en casa. Incluso el mantenimiento de Blog y páginas personales ayuda a los jóvenes a expresar sus inquietudes, opiniones, dudas, lo que puede servirles para aprender a expresarse y avanzar en el logro de su identidad personal. El uso de las redes sociales y el móvil tiene consecuencias positivas para la creación de redes de amigos, contactos, incluso con aquellos que se encuentran en lugares lejanos.
            Por otro lado, es cierto que otros estudios alertan sobre los peligros que tiene el "abuso" de estos medios, principalmente en lo referente al tiempo total diario dedicado con el consiguiente deterioro de otras actividades (estudiar, leer, conversar, actividad física, tareas caseras...).
(Otra preocupación de los padres tiene que ver con la dificultad para controlar el contenido de las páginas a las que acceden sus hijos y los peligros de acoso, extorsión, suplantación de identidad, etc, pero para hablar de ello dedicaremos una entrada específica.)
              La alta frecuencia de uso de las nuevas tecnología(algunos estudios hablan de hasta 6 horas diarias si incluimos televisión, móvil, redes sociales,videojuegos) no significa que tengamos que poner la etiqueta de "adicción" y empecemos a presagiar negros nubarrones sobre el futuro de nuestros hijos/as, sino quizás plantearnos de que manera podemos ayudarlos a que aprendan a organizarse por ellos mismos para obtener los máximos beneficios y minimizar los "peligros".
             Y para acercarnos a ese objetivo hay una premisa básica que es el tener una relación paterno-filial basada en el afecto y la comunicación que no es permisividad y dejadez pero tampoco prohibición e imposición.
Por lo tanto y sirva esto como sugerencias que cada uno tiene que adaptar a su realidad:
- Procura escuchar y entender los motivos y razones que tiene tu hijo/a para comportarse así.
- No ocultes tu preocupación. Háblale desde tus sentimientos y dale oportunidad de responder.
- Las prohibiciones no suelen dar buenos resultados a medio,largo plazo y menos en la adolescencia.
- Negocia con el/ella, cediendo en algo pero no en todo.
- Ofrece alternativas. Una forma de cambiar una conducta es haciendo otra que ocupe su lugar.
- No lo asfixies. Dale tiempo. Ni siquiera nosotros cambiamos nuestros hábitos de un día para otro.
- Muestra interés por sus gustos, inquietudes,actividades aunque no sean las tuyas o te parezcan tonterías, para tu hijo no lo son.
- Conoce a sus amistades pero respeta su intimidad. Manifiesta tus reparos, si los tienes, pero no impongas tu criterio. A nadie le gusta que le elijan a sus amigos.
- Por último, alaba sus virtudes, sus fortalezas, lo que hacen bien y no olvides abrazarlos con frecuencia.

  

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